Tú la amada y favorecida por el Señor,
tú madre de la inocencia y del amor,
tú que preguntas cómo y no por qué,
tú que te haces servidora de Dios.
No temas dice el ángel
porque has encontrado el favor del Señor
y en la cruz ha vencido
tu hijo nuestro Salvador.
Tú llevas el silencio en tu corazón,