Incansable guerrera de noches en vela,
esperando lleguemos con buenas nuevas,
navegando a travez de un sueño con mil estrellas,
cuidas que no nos naufrague ninguna de ellas.
Eres amor, compasión dedicada viajera,
nos enseñaste que existe aún felicidad en la tierra,
en la tierra, en la tierra.
Ejemplo de lucha, esperanza y nobleza,
trazaste ala perfección y con destreza,
salida a los laberintos y posibles caminos,
porque tomemos banderas correctas hacia un destino.
Yo se que tras de esa tos existe preocupación,
porque alcancemos al sol y caminemos sin penas,
sin penas, sin penas.
Guardemos para la cena recuerdos en la memoria,
para que un día sus nietos revivan esta historia,
para que no pase el tiempo para que nunca se vaya,
la lucha de dos amantes que ganaron la batalla.
Yo sé que es poco cantar pero es mejor que callar
la admiración aquí esta y esa nunca se ira,
nunca se ira, nunca se ira.
Nunca se ira.