Recuerdo muy bien el día cuando me vine del rancho,
era un plebe todavía,
yo tenía 14 años eso ni como olvidarlo,
le di un beso a mi familia
y salí rumbo a la orilla con el sueño americano
yo quise un cambio de vida y le dije adios al ganado,
la verdad no se me olvidan,
aquellos días nublados peleando con el arado,
muchos ni se lo imaginan,
me arrimé una buena chinga y eso no me lo han contado
una camioneta vieja pero como me paseaba,
un burrito bien alerta,
por si el gas se me acababa de seguro me cargaba,
ni siquiera lo planeas,
pero hay cosas que se quedan que no se borran con nada,
siempre quedan en el alma
si vez que está muy oscuro es que ya va a amanecer,
es el dicho de mi madre,
y ha acertado la mujer batallamos pa' comer,
lo confirmo y lo aseguro,
es cierto el camino es duro más no hay que retroceder
hoy puedo jalar la banda también bailar mis caballos,
se que el respeto se gana,
y no me la ando recargando soy el que salió del rancho,
a veces me doy mis lujos,
esta vida la disfruto pero nunca ando con panchos,
soy el que agarro camino con sus guaraches cruzados,
ahora lucho por los míos,
hoy los tiempos han cambiado pues también me la he rifado,
un abrazo a mis amigos,
y a mi esposa y a mis hijos ya saben que los extraño,
ya saben cuanto los amo