En su ochenta cumpleaños llegan flores de un extraño
y una tarjeta que dice: 'llevo siglos esperando'.
Con un nudo en la garganta coje el bolso y su mantilla,
'Vámonos muy lejos a vivir lo que nos queda de besos.
Deja atrás la soledad. Ya nadie espera nuestro regreso.
Vámonos muy lejos a vivir lo que nos queda
Los besos que nos quedan
Los besos que nos quedan.'
Siempre había estado solo y se había resignado.