Lo barro desde el interior,
me digo que no es para mi,
que yo solo quiero la flor del tiempo.
No necesito nada más,
que el soplo de un amanecer,
que el resto es solo el humo del incienso.
Duérmete al cobijo de esta tarde,
duérmete al agua de anís,
duérmete al arrullo de esta brisa,
duérmete al verde fugaz.
Dime que fue verdad,
que hubo un sendero aqui,
que también yo ando perdido.
Como el torero al que abandona su coraje
busco yo a tientas burladeros.
Duérmete con la nana del gitano,
duérmete al verde fugaz,
duémete bajo un nido de pecados,
duérmete que yo velare.
Si es que existen he de encontrar