con lo cual solo hay que arrastrar los acordes
Ahí llega de vuelta el que dijo que no volvería,
estuvo sembrando amapolas en la tierra prometida.
Eso fue cuando tú y yo coleccionábamos días tristes,
tan tristes como las caricias que ya dimos por perdidas.
Los buitres acuden a picar en los restos de la historia,
Ahí llegan los ecos de nuestro pasado,
entre los chirridos de los neumáticos.
Puedo oír los ladridos del perro mágico,
del perro mágico.
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