Bajo por el malecón.
Mi garganta está ajada
y se revuelve la obsesión
que mueve mis huesos.
Saco mi bota de curtida piel
y bebo un fuerte licor
pensando que tal vez
iba A calmar A seeeeeeeeed eeeeeeeeeeed
eeeeeeeeeeed eeeeeeeeeeed
Vuelvo a despertar aquí.
Procuro no olvidar
y voy descendiendo más y más,
y llego hasta esta playa
y una mujer de ojos verdes
se acerca a mí,
me ofrece agua del mar, y bebí.
Pensaba yo que así
iba A calmar A seeeeeeeeed eeeeeeeeeeed
eeeeeeeeeeed eeeeeeeeeeed
Lejos del hogar,
¿quién se atreverá a hablar de mí
mientras yo me canso de esperar
la copa que jamás me es servida?
Y ya, ya no puedo volveeeeeeeeer eeeeeeeeeeer
eeeeeeeeeeer eeeeeeeeeeer