Pelayo,
el monte te apaña solito en Orán,
rastreándote largo ya están I
entre los maizales no te encontrarán. I
Tu huella,
Ya se mató el bandolero
ese Pelayo Alarcón,
con la pena del pueblo va
llorando la pena de mi corazón.
con la pena del pueblo va
llorando la pena de mi corazón.
Su fuego
enciende el hachero porque hay que alumbrar