La encontré en el callejón,
me dijo que era mocita
yo le tiré una piedrita
y ella me tiró un limón.
Adónde vas, corazón,
tan lozana y madurita
ten cuidado, palomita,
que anda rondando el halcón.
ESTRIBILLO
Y a la sombra del sauzal,
donde la acequia cantaba,
de su boca le robaba
las mieles del alfalfar…
¡Ay! para qué la besaba,
¡A, ay, ay! nunca la pude olvidar.
INTERMEDIO: Em
Nunca la pude olvidar.