Letra de
La hija de Escipión

Soy Daniel el Seductor,
y a la muy hermosa Juana
vengo a cantarle mi amor
al pie de su ventana.
¡Date prisa, señor pues al alba
despierta su padre!
Terminaré antes de que amaneeez--ca.
¡Date prisa, señor!
de que amaneeez--ca.
¡Date prisa, señor!
de que amaneeeeez
Juana, ya sé que es tarde
Espero que puedas perdonarme
Asómate, casta Juana,
Asómate a la ventana…
¡No te ha escuchado,
debes llamar su atención!
Soy Daniel, el Seductor
Y he venido a cantarte mi amor
Y he venido a cantarte mi amor
¡¡¡JUANA!!!
¡No, que puede escucharte su padre,
Escipión!
No temo la ira de un anciano.
¡Es una locura desafiar la prohibición
de cortejar a Juana María del Sagrado Corazón!
La más noble, la más pura,
¡la hija de Escipión!
No temo a ese viejo cretino.
Escipión ganó su fama
luchando contra los infieles
Por eso el pueblo le llama
“Escipión el a…”
¡No me importa!
“Escipión el a…”
¡No me interesa!
Cántale ahora, es tu oportunidad,
Se ve la sombra de Juana,
con toda claridad
En la ventana.
Escipión asesinó
a cuarenta y dos sujetos
porque él consideró (bis este verso)
que a su hija le faltaron el respe-e-to.
Soy Daniel el respetuoso seductor
Y he venido a cantarle mi amor
Adoro su mano-no-no-no
Adoro su pelo-lo-lo-lo
Adoro su boca… también.
¡Su padre ha despertado!
De sólo verlo me aterro!
¡Finge que eres un perro!
Guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau
Guau, guau, guau, guau, guau, guau, guau
guau, guau, guau, guau
¡Ya se fue! Se fue, se fue.
Juana, ya sé que es tarde,
Espero que puedas perdonarme.
Escipión algo ha escuchado,
alguna sospecha abriga
¡Finge que eres una amiga!
Soy tu amiga, Leonor
y he venido a cantarte ¡mi amor!
¡No!
¡No lo has engañado,
con gesto amenazador
su espada ha desenvainado!
¡Finge que eres un ave,
canta como el cuclillo!
¿El qué?
¡El cuclillo!
Clu, clu, clu…
No sé, nunca vi un cuclillo…
¡La grulla, el estornino!

Guau, guau, guau…
¡No, algún ave!
¿La gallina es un ave?
Núñez, Maronna y Puccio: ¡Sí!
(Se repiten los acordes Em, Am, Em, D, G, B7, Em hasta la entrada de Escipión)
¡Cazando gallinas!
¡Te mataré, gallina!
¡Miau, guau, muuu!
Sólo un príncipe puede pretender
A Juana María del Sagrado Corazón.
La más noble, la más pura,
La hija de Escipión.
¡Usted no entiende mi situación…!
Tenía una ilusión ingenua y sincera…
Ansiaba estar con ella
un momento aunque sólo fuera…
Pero ahora comprendo
que era una quimera…
(me faltan estos acordes, sorry)
¡Juana será tu esposa!
Vea, don Escipión… yo no soy noble.
¡El dinero también da nobleza!
Pero yo soy muy pobre y mi familia también.
¡Me gusta tu franqueza!
Te casarás con Juana,
De mi decisión me fío.
Tendréis una boda cristiana
Hay algo más… Soy judío.
Quien no escucha ni dialoga
Tiene el corazón vacío
Casaos en la sinagoga…
Pero que no vaya ni un judío.
Pero si voy yo…
Ni peros, ni sermones,
Yo también he sido joven
Y entiendo que cuando se a-ma
No debe haber, no debe haber
no debe haber condiciooo-nes
Pero entonces, ¿Consentís nuestra relación?
Juana, ya sé que es tarde
Espero que puedas perdonarme
Cada noche que pasamos
en tu lecho es maravillosa
pero hoy no podré quedarme
porque me espera mi esposa.
¡Hija, estoy indignado!
¿Es esto lo que has aprendido
De todo lo que te he enseñado?
No me importa que sean judíos…
No me importa que sean pobres…
Lo que me indigna…
¡Es que no les cobres!