Desde la colina me siento a observar
La ciudad dormida
Escucho sirenas y el eco fugaz
De vidrieras heridas
Veo tu ventana desde este lugar
Luces apagadas
Y cruzo los dedos para que al llegar
No cierres la persiana
Nunca es tarde, eso dicen
Nunca fue tan tarde como hoy
Las dos menos cuarto
Un leve resplandor
Ilumina tu salón
Inhalo y aguanto la respiración al reconocerte
En la silueta que dibujan los pliegues de tus cortinas
Por un momento vuelvo a estar yo detrás
Y es entonces cuando dejo de mirar
Nunca es tarde, eso dicen
Nunca fue tan tarde como hoy
Nunca es tarde, eso decías
Nunca fue tan tarde como hoy
No hay cartel de Hollywood aquí
Solo una secundaria
y el ronroneo de un motor
Que se diluye en la distancia
No hay resquicio de magia
No
Nunca es tarde, eso dicen
Nunca fue tan tarde como hoy
Nunca es tarde, eso decías
Nunca fue tan tarde
como hoy
como hoy
Y se cierran las persianas
Y no hay ni rastro de magia
No hay rastro de magia