Un trueno azul brilló en el cielo
el Exoset cayó muy lejos.
Nos vomitamos entre los perros
fuimos gloriosos, los pichi ciegos.
Hay que matar al enemigo
nos faltan armas, nos falta abrigo.
La libertad por la que fuimos
hoy nadie nos ama, no hay más amigos.
Cuando volví, Rosita Pazos
me cobijó entre sus brazos.
Me enamoré en un segundo
ella intentó cambiar mi mundo.
Lo que su amor no conocía
es que la guerra nos asesina.
No siento amor, no siento nada
quiero dormir en una cama.
Que no me hablen, que no me expliquen
que no me miren, no me supliquen.
Te quiero mucho, Rosita Pazos
te juro que no es con vos
soy un soldado.
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