Anestesiado por la pobre distracción, vos me llamaste.
Y me encontré con una bella aparición, con un misterio.
En Luna llena ella se pone a bailar, como alocada.
Y con su baile ella detiene el reloj, es una bruja (ay).
Los fantasmas me acechaban, eran las trampas del destino.
Las cartas estaban echadas, hay juegos de amor.
Así la bruja me hechizó, me hizo algo mágico.
Predijo mi suerte y a ella me disparó.
Haciendo trucos con su brújula lunar, me volvió loco.
Y su receta que calienta mi amor, me preparaba (ay).
Como una sopa de verdura, un brebaje muy extraño.
Caían mis dientes de leche al seno morder.
La bruja habla con extraños, me deja sólo y llorando.
No soy un simple muñeco para romper.
El amor era el hechizo, la muerte misma me lo dijo.
Dejaba mi alma grabada en esta canción.
Yo no creía en la muerte me hacía el indiferente.
¡El destino no canta dos veces la misma canción!
¡El destino no canta dos veces la misma canción!
¡El destino no canta dos veces!