Infanta de Carabanchel.
Espinas largas, cara afilada.
Literatura en su piel
No había normas, nada que le atara.
El mundo contra ella.
No la tumbaron, nunca hicieron mella.
Tanta tristeza en la cartera.
Pero de noche, nunca, nunca, nunca está nublado.
Y nooooooo, hubo valor para verlo brillar.
Cambiaste el rol, mismas calles, distinta ciudad.
Daría igual, que donde fueras irías a arrasar.
Que Alicante volvía a molar.
Te dejaría volver a matar.
Corría sin sentir las balas en su espalda.
Y a mí me ha puesto a mil cuando hablaba yendo hacia la playa.
Tanta tristeza en la cartera.
Pero de noche, nunca, nunca, nunca está nublado.
Y nooooooo, hubo valor para verlo brillar.
Cambiaste el rol, mismas calles, distinta ciudad.
Daría igual, que donde fueras irías a arrasar.
Que Alicante volvía a molar.
Te dejaría volver a matar.