Comenzaste a hacerte pan, en Belén,
sol pequeñito en nuestra noche.
Aprendiste en Nazaret, de ellos dos,
el gesto manso de la entrega.
Pibe que en Jerusalén te abrazaste de una vez,
a las cosas de tu padre.
Debe tu cuerpo crecer, para poderse ofrecer,
como pan a nuestro hambre.
E CUERPO ES ESTO, E SANGD ES ESTA
COMAN Y VIVAN, CDA N Y VIVAN,
QUE PARA BEM PD SOY, SOY YO, SOY YO.