Guillermo Tell no comprendió a su hijo
que un día se aburrió de la manzana en la cabeza.
Echo a correr y el padre lo maldijo
pues, cómo, entonces, iba a probar su destreza
Guillermo Tell tu hijo creció.
Quiere tirar la flecha.
Le toca a él probar su valor
usando tu ballesta.
Guillermo Tell no comprendió el empeño