Cuando las plazas se convierten en gargantas
y las calles sólo son desfiladeros.
Cuando la noche se hace tán heterna y larga
que esperar a que amanezca es tu consuelo.
Cuando el tiempo es el enemigo invisible
porque pasa pero nunca pasa nada.
Cuando te sientes tan solo que te asustas
con la sombra de tu propia soledad.
Siempre habrá algún barco que te lleve lejos
de ese saco rebentado de recuerdos
y te marca como con tiza en el suelo
el lugar dónde soñaste ser feliz.
Y aunque sobrevuelen nuves de amargura
y que el mar no sea algo en que confiar
marcarás con otra tiza en otro suelo
que los sueños tienen principio y final.
Si la cera es un océano de piedras
y cualquiera deja ya de ser cualquiera.
Si un habísmo es para tí una carretera
tu cama la isla dónde naufragar.
Si una pasa de Corinto es lo que queda
dónde antes habitaba el coracón
si en tus lágrimas navegan sin bandera
los piratas que te partieron en dos.
Siempre habrá algún barco que te lleve lejos
de ese saco rebentado de recuerdos
y te marca como con tiza en el suelo
el lugar dónde soñaste ser feliz.
Y aunque sobrevuelen nuves de amargura
y que el mar no sea algo en que confiar
marcarás con otra tiza en otro suelo
que los sueños tienen principio y final.
Sé que de dos al que se queda
no le es fácil respirar.
Y en un mundo hecho por dos,
no sé bien porqué, se lleva
siempre el aire el que se va.
Siempre habrá algún barco que te lleve lejos
de ese saco rebentado de recuerdos
y te marca como con tiza en el suelo
el lugar dónde soñaste ser feliz.
Y aunque sobrevuelen nuves de amargura
y que el mar no sea algo en que confiar
marcarás con otra tiza en otro suelo
que los sueños tienen principio y final.