Letra de
Fotografías

Aquel barco rodante que nunca naufragaba.
Una lámpara, un libro, un enchufe, una cortina, una cama.
Las cervezas en equipo juntos en la planta baja
tras sudar todo lo malo, dejándolo sobre las tablas.
Una cápsula con ruedas sobrevolando de punta a punta el país.
Vuestra risa me atacaba cuando intentaba dormir.
Una ducha y a las doce todos de vuelta a Madrid.
Llamaba para contarte que en ese preciso instante era feliz.
Una vez cerré los ojos y estabais todos cantando,
disfruté de ser consciente del alcance del milagro,
valoré por fin mi suerte al poder subir a un escenario,
vi a mis padres orgullosos, vi a mi hermana presumir de hermano.
El primer rayo de sol por la ventana de un país lejano
me bastó un desayuno para pedir el pasaporte mexicano,
al estilo Michoacán, le aconsejo, señor, los aporreados.
La amabilidad extrema con la que siempre nos habéis tratado.
En un autobús al norte anoté todos mis miedos
después de pasar más de tres años sin soltar un solo verso,
volví a quedarme desnudo en los azules de Mallorca,
mis colegas aguantaron mis canciones volviendo a La Concha.
Las dos mejores primeras citas que nadie tuvo en el mundo,
aquel bingo que cantamos resultó ser nuestro mejor augurio,
campeones en nada, bueno quizás lanzando hachas.
Seis largos años llevaba vaciándome poco a poco el alma.
Un perdón en Alemania, una cena salvadora.
A las seis de la mañana desperté en la Patacona.
Vi el amanecer por primera vez con (Inercia) en la cabeza,
y sin que nadie me viera lloré solo un poco escribiéndote una letra.
Sábados con los de siempre, de marqueses, de cumbres, de viñedos.
de sentir que nada cambia, simplemente somos un poco más viejos,
seguiremos celebrando penas y glorias con Sacha,
mientras dure todo esto, solo quiero ser sincero y no guardarme nada.
la familia, los de siempre, mis queridísimos locos,
en resumen todas y todos los que hicisteis que valiera la pena
saltar a esta piscina sin saber si estaba llena.