Vino del norte en el principio de un otoño
buscando un sitio en la universidad.
Era un adolescente, de un niño un poco más.
Se fue a vivir a un pensionado de estudiantes,
Todo le daba miedo, pesaba la ciudad.
Más de una vez se preparó para el regreso,
necesitaba el fuego, el beso de su hogar.
Se fue volviendo ducho en los yeitos de allá.
Fin de semana esperanzado en la encomienda
que alivie un poco la distancia y la ansiedad,
quiere seguir creciendo en su lugar.