Todo sabemos que fue
un verano descalzo y rubio,
que arrastraba entre los pies,
gotas claras de mar oscuro,
en el pecho dos medanos eternos,
y en los ojos un cielo transparente,
que brillaba tras del sol,
serena y furiosamente,
Todo sabemos que fue
un verano descalzo y rubio,
que arrastraba entre los pies,
gotas claras de mar oscuro,
en el pecho dos medanos eternos,
y en los ojos un cielo transparente,
que brillaba tras del sol,
serena y furiosamente,