Eres alta y delgadita tu hermosura me provoca;
Mira que nariz, que boca, que cuerpo que cinturita,
no la cambiaria por otra, ni aunque fuera mas bonita.
Eres vaso de cristal, que en la mar anda nadando;
Como no te puedo hablar, nada mas te ando rondando,
no seas ingrata mujer, no me hagas andar penando.
Me subí al cerro mas alto, pá preguntarle a cupido;
Que cual era la campana, con que se tocaba olvido,
Pá olvidar a esa morena, que olvidarla no he podido.
Cupido me contesto, no le metas corte al pino;
La mujer que sea celosa, dale pronto su despido,
que se quede como el oso, divisando pal camino.
Ya con esta me despido, deshojando una rosita;
Aquí se acaban cantando, versos de la delgadita,
No la cambiaria por otra, ni aunque fuera mas bonita.