Ella estaba tan dispuesta
meneando sus caderas para mí
No tuvo compasión
yegua del rocanrol
que ejemplo de mujer
carne para comer, en la noche
Sus movimientos sacudían
Ella estaba tan dispuesta
meneando sus caderas para mí
No tuvo compasión
yegua del rocanrol
que ejemplo de mujer
carne para comer, en la noche
Sus movimientos sacudían