El muelle está en silencio un viento suave mece el mar
el pescador prepara el cebo y tensa el hilo de pescar
clava los ojos en las olas y se entretiene en el vaivén
la piel naranja de la aurora se baña en el amanecer
se baña en el amanecer
el muelle está en silencio y acariciado por la sal
el pescador repasa el tiempo y tensa el hilo de pensar
clava los ojos en las olas su mente cruje como un tren
la incontinencia de las horas lo saca del amanecer
lo saca del amanecer
nunca sabe lo que aguarda tras la azul inmensidad
quizá una canción de amor
quizá una historia de piratas
quizá el recuerdo de un dolor
quizá la ilusión de Dios
quizá un sonido de campanas
quizá un recado una oración
quizá sea el lobo feroz
una escalera de palabras
la leve estría de un temblor
quizá sólo un resplandor
el llanto seco de la rabia
quizá sea un sueño de pasión.
el muelle está en silencio y el sol se asoma desde el mar
el hombre mira su reflejo en la ensenada de cristal
clava los ojos en las olas y se dispone a recoger
lo que ha pescado en estas horas lo que ha aprendido y lo que es
lo que ha aprendido y lo que es.
nunca sabe lo que aguarda tras la azul inmensidad
quizá una canción de amor
quizá una historia de piratas
quizá el recuerdo de un dolor
quizá la ilusión de Dios
quizá un sonido de campanas
quizá un recado una oración
quizá sea el lobo feroz
una escalera de palabras
la leve estría de un temblor
quizá sólo un resplandor
el llanto seco de la rabia
quizá sea un sueño de pasión.