El nieto de Maturana iba cruzando aduanas,
traía la chata llena cargada de yerba mala,
traía la chata llena cargada de yerba mala.
Lo estaban esperando, cuando gritó su hermana,
Chilenito no te cagués y seguile acelerando,
compadre que acá en Mendoza muchos lo están esperando.
Si luego la policía, compadre, sigue jodiendo,
véngase pala casa que yo mismito lo escuendo,
véngase pala casa que yo mismito lo espero.
Porfiado este Maturana nunca vino pacasa,