al momento un gran amor me declaraba
con mayor velocidad
que nos llevaba aquel exprés.
¡qué gusto da viajar cuando se va en exprés!
Pues parece que el amor con su dulzón vaivén
produce mais calor que el chacachá del tren.
Al regreso de la tierra de los fados
muy atento y muy cumplido el revisor
el billete me picó moito obrigado
declarándome que estaba muertecito por mi amor.