En tus viejos brazos se quedo el ayer,
rescoldo del alma arisca que se fue.
El tiempo en tus manos solas
quedo tendido sobre la luz.
Sangre reseca en la manana,
llorando siglos a la voz del Sol
el grito inca estremecio el dolor.
Silencio descalzo por tu cuerpo va,
es un manantial febril mojado, El Antigal] como vidala!
Lluvia que viene de Dios.
Antiguo cansancio, lento su andar,
tiene una lanza por el cordon,
y en sus espinas dejo las manos
para la sangre con otro calor,
y el rayo loco dio su corazon.
II