Enemigo de la guerra y su reverso la medalla
no propuse otra batalla que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra bajo el peso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras,
el combate es la escalera y él que trepe a lo más alto
pondrá a salvo su cabeza aunque se hunda en el asfalto . . .
la belleza, la belleza, la belleza, la belleza, la belleza.
Míralos como reptiles al acecho de la presa,
negociando en cada mesa maquillajes de ocasión
siguen todos los railes que conduzcan a la cumbre
locos por que nos deslumbre su parasita ambición
antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta, mercaderes, traficantes,
más que nausia dan tristeza, no rozaron ni un instante . . .
la belleza, la belleza, la belleza, la belleza, la belleza.
Y me hablaron de futuros fraternales solidarios
donde todo lo falsario acabaría en el pilón
y ahora que se cae el muro ya no somos tan iguales
tanto tienes, tanto vales, viva la revolución
reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada . . .
la belleza, la belleza, la belleza, la belleza, la belleza,
la belleza, la belleza, la belleza, la belleza, la belleza.