Anda siempre con la luna en el bolsillo,
tiene un alma de tranvía y caracol,
va descalza, deshechando intermediarios
entre el gastado adoquín, y su talón.
Ella es así, así
a veces cascabel, a veces gris,
duende dulce que cruza la ciudad,
corazón mojadito en libertad (Bis)
Es su vientre, trigo y sol de las mañanas,