En un papel manchado,
el dibujo de un señor,
con una casa blanca a un lado,
y un redondo sol, que sonreia
y apuntaba al medio día,
había un árbol alto y rosa,
tal vez demasiado rosa,
pero al fin parecia un árbol,
y el señor parecia yo.
Había algo que faltaba,
Dibujé a una niñita,
y en su mano al buen plumón
despues le di la mano en el dibujo
y se sonrió, y yo tambien,
y compuse una canción.