Ya ha comenzado la cuenta atrás, se acabará.
No es que no me importe.
es que simplemente sé que lo hará.
De qué serviría pensar que nunca sucedería.
Prefiero preparar una fiesta de despedida
por cada uno de aquellos días que fueron tan
Rápidos, tan fáciles,
tan intrépidos, tan imbéciles
que se marcharán.
Invitaremos a todo el mundo en la vecindad
con las postales que nos sobraron de Navidad.
También a todos esos vecinos
a los que alguna vez nos pusimos a criticar.
Nos regalaron tantos momentos
de estar completamente de acuerdo, de estar en paz.
En paz.
Plácidos, ingrávidos,
tan espléndidos, tan románticos.
Tan rápidos, tan fáciles,
tan intrépidos, tan imbéciles
que se marcharán.