Nos quedamos solos,
todos se marcharon
y en mi cuarto había
apenas luz en un rincón.
Te besé en la cara,
te besé en los labios
tú sentiste miedo
y me miraste sin hablar.
Decídete, no lo dudes más, decídete
que no puedo resistir sin tenerte, maldita mi suerte.
Decídete, simplemente amor, decídete
y volemos hacía mundos lejanos, los dos de la mano.
Decídete
Decídete.