En el fondo de mi alma hay una dulce quietud
Se difunde inundando mi ser
Es una calma infinita que sólo podrán
Los amados de Dios comprender
Paz, paz, cuan dulce paz
Es aquella que el Padre me da
Yo le ruego por siempre que inunde mi ser
En sus ondas de amor celestial
Que tesoro yo tengo en la paz que me dio
Y en el fondo de mi alma ha de estar
Tan segura que nadie quitarla podrá
Mientras mire los años pasar
Paz, paz, cuan dulce paz
Es aquella que el Padre me da
Yo le ruego por siempre que inunde mi ser
En sus ondas de amor celestial
Alma triste que en rudo conflicto te ves
Sola y débil tu senda al seguir
Haz de Cristo tu amigo pues fiel siempre es
Y su paz tu podrás recibir
Y su paz tu podrás recibir
Paz, paz, cuan dulce paz
Es aquella que el Padre me da
Yo le ruego por siempre que inunde mi ser
En sus ondas de amor celestial
En sus ondas de amor celestial