Tengo el corazón hecho pedazos, rota mi emoción en este día
Noches y más noches sin descanso y esta desazón del alma mía
¡Cuántos, cuántos años han pasado, grises son los días de mi vida!
Loca, casi muerta, destrozada, con mi espíritu amarrado a nuestra juventud.
Más frágil que el cristal fue mi amor junto a ti
Cristal tu corazón, tu mirar, tu reír
Tus sueños y mi voz y nuestra timidez temblando suavemente en tu balcón
Y ahora sólo sé que todo se perdió la tarde de mi ausencia.
Ya nunca volveré, lo sé bien, ¡nunca más!
Tal vez me esperarás, junto a Dios, ¡más allá!
Ya nunca volveré, lo se bien, ¡nunca más!
Tal vez me esperarás, junto a Dios, ¡más allá!
2da parte, no está en la versión de La Negra