Me dejó un adiós en el contestador
en la media luz de mi habitación
con la voz muy baja por no despertarme
hizo las valijas llamando al ascensor.
Que manera de acabar la primavera
qué hago yo en este aeropuerto
muerto en la sala de espera
si tu vuelo ya salió y ninguno llega.
Me dormí leyendo departures arrivers
y volví a los tiempos del cuento de hadas
la guerra de almohadas de Freud con el lineman
la balas de salva y el delivery a la cama.
Me desperté rodeado de extranjeros
si eso no es empezar de cero
no sé que más pueda pasar
salvo que dos guardias de seguridad
me pregunten quién soy, a quién espero
de dónde vengo o a dónde voy.
Voy a donde sea que te encuentres, voy a jugarme la suerte
al cara o cruz de los amores perdidos
me voy detrás de tu perfume, voy esposado a tu nube
voy a donde vaya nunca tu olvido.
En menos de un día rompí la alcancía
y de la compraventa a la casa vacía
pasé por la puerta de cuarenta amigos
haciendo el mendigo me hipotequé hasta Ezeiza.
Cuando la vendedora preguntó destino
me quedé pensando a dónde te habrás ido
le pedí disculpas, luego ventanilla
fumador, segunda y el destino que ella elija.
Pero con ese sentido del humor
nunca vas a llegar a la televisión
alcancé a decirle mientras me llevaban
a explicarle el chiste a los guardias de la Aduana.
Me desperté a diez mil metros de altura
por si me pedís la luna o que esté a tu condición
cuánto me podré tardar en dar con vos
que si al azar nos encontramos sin conocernos
¿Por qué ahora no?
Voy a donde sea que te encuentres, voy a jugarme la suerte
al cara o cruz de los amores perdidos
me voy detrás de tu perfume, voy esposado a tu nube
voy a donde vaya nunca tu olvido
Voy hacia tu luna de Valencia, voy con mis ruinas a Grecia
voy a la Praga, la de tus libros de Kundera
te llevo flores a Florencia y para brindar a Ginebra
te hago señales de humo legal desde Ámsterdam.
Voy hacia Toulouse cuando oscurezca o baje la niebla inglesa
detrás de tu pollera Escocesa y tus medias francesas
voy a Sofía por darte celos, y a Roma si es que me pierdo
voy a Pompeya a llenar botellas, con las cenizas de nuestro fuego
voy a donde sea, que te encuentres, voy a jugarme la suerte,
al cara cruz, de amores perdidos
me voy detrás de tu perfume, voy esposado a tu nube
voy a donde vaya nunca tu olvido