Cerré, esa puerta cerré,
pero dejé abierta la amistad;
me equivoqué.
Colgué el espejo del perdón
y nadie se miró.
Cerré, esa puerta cerré,
yo no quiero salir
fuera el frío ha secado mi jardín.
Fuera el tambor truena sin compasión,
se están muriendo sin tu calor.
El alma en él en vez,
si sientes, al revés
Siempre buscando equivocados
pa' mostrarles su fracaso y nuestro ayer
Quién nos dicta el tiempo a los dos,
quién dice que lo escribió,
que no hay destino; eres tú y soy yo.
Ya no está en las manos de Dios
ni en las señales de amor.
No existe suerte, eres tú.
Tú y yo.
Cerré, esa puerta cerré,
pero no me escapo a le legión, al parecer.
Cerré, pero no sé si es mejor
estar fuera o dentro, no sé yo.
Pero no me da miedo el amor,
no me da miedo el rumor;
Es una gota en el mar,
en un diluvio es un charco.
No me da miedo al error,
no me da miedo el rencor;
Es un discurso el titán,
es una cuerda en un barco.
Quién nos quita el tiempo a los dos,
quién dice que lo escribió,
que no hay destino; eres tú y soy yo.
Ya no está en las manos de Dios
ni en las señales de amor.
No existe suerte, somos tú y yo.
Quién nos quita el tiempo a los dos,
quién dice que lo escribió,
que no hay destino; eres tú y soy yo.
Ya no está en las manos de Dios
ni en las señales de amor.
No existe suerte, somos tú y yo.
La suerte no existe, somos tú y yo.