Se llama Clementina la reina de mi canción
La de los ojos negros, de mi devoción.
Una mirada plena, palidez adictiva
La mujer de mi sueños, se llama Clementina.
Quiero encontrarla en la multitud, viniendo sonriente hacia mi
Ser el testigo de su despertar, qué fácil imaginar
Que difícil poderte olvidar.
Labios florales, pestañas exquisitas
Mirada adolescente, me muero por vivirla
Daría lo que fuera por un picnic en su ombligo
Mirarme en esos ojos es todo lo que pido.
Sin conocerla, sin vivir el amor, doy todo por un día con ella
Todo mi reino por una mañana desperezándose a mi lado,
Clementina.
Se llama Clementina la reina de mi canción
La que devolvía las miradas sin pudor
Daría lo que fuera por mirarme en su costado
Un besito suyo, de ojos cerrados.
Quiero encontrarla en la multitud, viniendo sonriente hacia mi
Ser el testigo de su despertar, qué fácil imaginar
Que difícil poderte olvidar.