Este canto ennegrecido al amor
que una nube interceptó al avanzar.
Este poema desolado, este adiós
estos naufragios sin mar.
Estos sueños sin red
son como andamios sin apuntalar.
Esta nana con luto en la voz
que una estrella iluminó sin querer
es una rosa dedicada al dolor
y a esta lluvia que empieza a caer.
A este eterno apagón
a un destino sin nada que hacer.
A este manual para hoy
a esta memoria, este arsenal del ayer.
Este enigma que queda por descifrar
de la existencia acostumbrándose a ti.
No escupe nada más que verdad
este espejismo que te ayuda a vivir.
Ya no pido perdón,
ya los espejos no saben mentir.
Hay un destello de amargura en la luz
en esta tormenta que viene del mar.
Es una fosa en el alma, una cruz,
un futuro por adivinar.
Como un sol de carbón,
como esta brisa que te ignora al pasar.
Como esta ofrenda que doy
a los dioses para disimular.