Cuando el sol cae, sangrando en su puesta,
entre bayonetas del cañaveral;
sobre un verde poncho de maloja, ┐
pisar mis ojotas en duro traquear. ┘
En cada atado de caña rosada,
¡Ay Tucumana!, esos ojos tuyos.
si ellos son tu orgullo, mío lo son más.
Y en mis noches parecen cocuyos, ┐
chispeando sus luces en la oscuridad. ┘
De nochecita, junto a la boyuna,