Se encendieron en la noche
Candelaria tus pupilas, gracias a Dios
Te encuentro en cualquier esquina
Vas peleándole ala vida, purificación
En las pampas yo te espero
Encendiéndome en el pelo, tu pestañar
En las flores de tus ojos
Bebiendo el polem de Soho, mi corazón
La poesía se aquietaba