Yo no tenia nada que perder
Vos apostabas todo al perdedor
Yo había perdido lo que nunca había tenido
Vos te habías aburrido de ganar
Yo andaba siempre contra la pared
Bendito el corazón que hizo fallar a los profetas
Bendita la razón que hizo callar a los poetas
Y hoy tengo tantas primaveras que olvidar
Menos las nuestras!