Letra de
Canción de San Francisco Javier

Cuando es el ocaso en el mundo
y parece que los sueños se hunden en el mar,
cuando ya nadie quiere cruzar el océano
inmenso que arrincona a los pobres,
surge tu luz, Cristo, y me envía, y me lanza
y no hay límites para hacer de tu promesa mi misión.
Con Cristo en el corazón y el corazón en el horizonte,
no hay fronteras, no hay confines. Sólo Dios, mi esperanza.
No hay fronteras, no hay confines; sólo Dios, mi esperanza.
Aunque yo lo ganara todo,