Vienen de lejos caminos de tiza,
abriendo surcos este oficio labrador;
somos maestros y es nuestra honra,
ni son todas rosas, ni todo es desazón.
Que viva la escuela, que la escuela viva;
que sea sostén, trampolín a la vida,
una usina de ideas, el lugar del asombro,
el punto de encuentro de entrega y de amor.
Es cada día una aventura aprender a enseñar,
enseñar a aprender, reconocernos como necesarios
con derecho a crecer para hacer crecer.
Que viva la escuela, que la escuela viva;
que sea sostén, trampolín a la vida,
una usina de ideas, el lugar del asombro,
el punto de encuentro de entrega y de amor.
Que viva la escuela, que la escuela viva;
Que viva la escuela, que la escuela viva;