Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé
En el quinientos seis y en el dos mil también
Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos, valores y dublé
Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos
¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!
¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador!
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!