Silenciosamente por mi cuerpo,
Te deslizas como el mar
Y un escalofrío electrizante,
Me recorre sin piedad
Trato de frenar tus incursiones,
Aunque son pequeños, mis temores
Comparados con mis ganas, de volar
Es de madrugada y las ventanas,
Creo que olvide cerrar
Pero tú presencia me desmaya,
Y me impide reaccionar,
Eres como brisa del otoño,
Me vas deshojando, poco a poco
Yo lo acepto, porque reverdeeeeeeeceeeeere