Te ofrezco el blanco pan a Tí, Señor,
y en el yo te doy mi pobre corazón.
Conviértelo en tu cuerpo Redentor,
oh, mi Dios, por tu cruz, y por mi salvación.
Por que no cree el hombre en Tí, si Tú le das amor.
Si hiciste el cielo, el mar y el sol tan sólo por tu amor?
Yo creo en Tí Señor!