Cuando fui para la pampa
llevaba mi corazón
contento como un chirigüe
pero allá se me murió;
primero perdí las plumas
y arriba quemando el sol.
Cuando vide los mineros
dentro de su habitación
me dije mejor habita
en su concha el caracol
o a la sombra de las leyes
y arriba quemando el sol.
Las hileras de casuchas
frente a frente ¡sí, señor!
las hileras de mujeres
frente al único pilón
cada una con su balde
y arriba quemando el sol.
Paso por un pueblo muerto
se me nubla el corazón
aunque donde habita gente
la muerte es mucho peor
Enterraron la justicia,
y arriba quemando el sol.
Si alguien dice que yo sueño
cuentos de ponderación
digo que esto pasa en Chuqui
pero en Santa Juana es peor;
el minero ya no sabe
y arriba quemando el sol.
Me volví para Santiago
con que pintan la noticia
cuando el pobre dice no
Abajo la noche oscura,
y arriba quemando el sol
y arriba quemando el sol