la encontro en el bulin y en otrs brazos
entonces canchero y sin cabriarse
le diji al gavilan puede rajarse
el hombre no es culpable en estos casos
al enrostrarse solo con al mina
pidio las alpargatas y ya listo
murmuro cual si nada hubiera visto
anda, cebate unpar de mates catalina
la mina jabonada le hizo caso
y el varon saboreandose un buen faso
siguio chamuyandole pavadas
y luego besuqueandole la frente
con gran tranquilidad y amablemente
le fajo 34 puñaladas