Un día ví un hombre caminando por la luna,
muchas veces ví figuras increíbles desde la televisión.
Y no me impresioné con sus efectos especiales,
sus naves espaciales, su bandera tricolor.
Un día ví la mística oriental de las tortugas,
Pero un día ví a mi abuelo venir con un regalo,
me había armado un carro de madera, sin motor.
Con un montón de afectos especiales,
como tracción, lo que aguantara el viejo corazón.
Dejé marcada la vereda con los cuatro rulemanes
y marcada la niñez con lo que nunca se borró.
Con un montón de afectos especiales.
Un día ví a Rambo ganar solo la batalla,