El último día en la vida de Adán García lo halló como todos
los otros de su pasado: soñando ganarse el 'Gordo' en la
Lotería, los hijos y la mujer durmiendo a su lado.
Adán salió de su casa, al mediodía, después de una discusión
muy acalorada: su esposa quería pedirle plata a los suegros,
'Esto se acabó, vida. La ilusión se fué, vieja, y el tiempo
es mi enemigo. En vez de vivir con miedo, mejor es morir
sonriendo, con el recuerdo vivo'.
Por última vez entró en la tienda del barrio y le fiaron un
paquete de cigarrillos. Por la Avenida Central lo vieron andando,
'sin rumbo, las manos dentro de los bolsillos'.
'Desde que a Adán lo botaron de su trabajo', dijo un vecino,
'noté en su forma de ser un cambio muy raro. Él, siempre muy
vivaracho, ahora andaba quieto. Pero en la tranquilidad del desesperado.' (INTRO)