Esta noche, muñeca divina,
con mi mandolina te vengo a cantar.
Sal prontito, carita de cielo,
que tenga el consuelo de verte asomar.
Son mis notas lamentos del alma,
suspiros que vuelan hacia tu balcón.
No consientas, carita morena,
que muera de pena y desilusión.
Acurrúcame, como a un niño que tiembla de frío,
acurrúcame, en un sueño de eterna pasión.
Acurrúcame, que no puedo sufrir tus desvíos,
que tu amor ha de ser solo mío,
por favor dame tu corazón.
Otra vez a rondarte he venido,
de amores transido, soñando al cantar.
En tus labios quisiera algún día,
hallar, vida mía, la felicidad.
Son mis notas lamentos del alma,
suspiros que vuelan hacia tu balcón,
no consientas, carita morena,
que muera de pena y desilusión.